Sin darnos cuenta ya estamos en otoño y con él llega el frío, los días de tormenta donde lo que apetece es estar al reguardo del hogar, con una buena taza de chocolate caliente. Así que es la época perfecta para las manualidades y, en especial, para trabajar con la madera.
En este artículo, os contaremos, de manera fácil y sencilla, cómo podemos darle una nueva vida o simplemente cuidarla para que envejezca de la mejor manera.
Comenzaremos lijándola para eliminar imperfecciones, restos de pintura o barniz que pudiera tener. Una vez tenemos la pieza a tratar lista, se da una capa de tapaporos super para cerrar el poro de la madera, se deja secar. Tendremos que elegir el producto más adecuado para lo que queremos hacer. Los más habituales para el cuidado de la madera son las ceras, el aceite de taca o el barniz.
En primer lugar, hablaremos de las ceras. Se usan para abrillantar y limpiar, sobre todo si son líquidas, también tienen propiedades nutritivas y protectoras.
El modo de empleo es muy sencillo, se aplicará en el mismo sentido de la veta, se deja secar y luego se saca brillo con un trapo seco.
Por otro lado, los aceites protegen, aportan brillo y prolongan la vida de la madera. Estos se usan, fundamentalmente, en aquellas que están en el exterior como la teca. El modo de empleo es similar al de las ceras.
Y por último, los barnices. Aquí tenemos una gran variedad de productos: naturales, sintéticos, al agua… y con una amplia gama de tonalidades. Una vez limpia y preparada la madera con el tapaporos, se aplicarán dos manos de barniz. Tiempo de secado entre capas de 6 – 8 horas mínimo y lijar con una lija muy fina entre capas para que penetre mejor el producto.
Os dejamos algunos enlaces de productos Valentine que podemos ofreceros.
Los mas resistentes son los barnices de dos componentes, pero sin duda los más cómodos y de secado rápido son los barnices al agua.